Los aditivos como conservantes alimentarios
Los conservantes son unas sustancias químicas que se utilizan para ralentizar el deterioro de un alimento y permitir que se conserve con todas sus propiedades durante mucho más tiempo.
Estos conservantes permiten que la industria alimentaria pueda distribuir alimentos al mercado con una mayor seguridad alimentaria ya que, si no existieran los conservantes, el proceso de distribución se vería gravemente afectado, provocando grandes pérdidas económicas en el sector.
La conservación de los productos alimenticios ha permitido al hombre disponer de alimentos desde una cosecha hasta la siguiente. Por lo tanto, la función principal de la conservación es retrasar el deterioro de los alimentos y prevenir alteraciones de su sabor o, en algunos casos, de su aspecto
Este objetivo puede lograrse de distintas formas, gracias a procesos de tratamiento como el enlatado, la deshidratación (secado), el ahumado, la congelación, el envasado y el uso de aditivos alimentarios como antioxidantes o conservantes. En este artículo nos centraremos en los conservantes.
Los conservantes se usan principalmente para producir alimentos más seguros para el consumidor, previniendo la acción de agentes biológicos. Para el consumidor, la mayor amenaza procede del deterioro o incluso toxicidad de los alimentos, debido a la acción nociva de microorganismos en su interior (por ejemplo, bacterias u hongos). Algunos de estos organismos segregan sustancias tóxicas ("toxinas"), peligrosas para la salud humana y que pueden llegar a ser mortales.
Tipos de conservantes
Hay dos formas de conservar un alimento,
- Forma natural o física.
- Forma química.
La conservación de un alimento de forma natural, se refiere a proteger la oxidación del alimento con conservantes naturales como el zumo de limón, el vinagre, fermentación, congelación, salmuera, etc., mientras que los conservantes químicos obstaculizan la proliferación de microorganismos o bacterias que son causantes de muchas intoxicaciones alimentarias peligrosas para nuestra salud.
Los conservantes químicos se dividen en los siguientes grupos:
- Agentes antimicrobianos: Benzoatos, sorbatos, propionatos y nitratos
- Antioxidantes: Sulfito, Vitamina E (tocoferol), Vitamina C (ácido ascórbico), hidroxianisol butilado y hidroxitolueno mutilado.
- Agentes quelantes: Ácido etilendiaminotetraacético disódico, el ácido cítrico y los polifosfatos.
Actualmente se utilizan cientos de miles de aditivos con funciones específicas que permiten que los alimentos sean más inocuos o tengan un mejor aspecto.
¿Por qué conservamos los alimentos?
La conservación de los productos alimenticios ha permitido al hombre disponer de alimentos desde una cosecha hasta la siguiente. Por lo tanto, la función principal de la conservación es retrasar el deterioro de los alimentos y prevenir alteraciones de su sabor o, en algunos casos, de su aspecto. Este objetivo puede lograrse de distintas formas, gracias a procesos de tratamiento como el enlatado, la deshidratación (secado), el ahumado, la congelación, el envasado y el uso de aditivos alimentarios como antioxidantes o conservantes. En este artículo nos centraremos en los conservantes.
Otros aditivos
Hay otros aditivos que se utilizan por razones diversas, ya sea conservar, dar color o edulcorar.
Se añaden durante la preparación, el envasado, el transporte o el almacenamiento del alimento y son un ingrediente del producto final.
Los conservantes pueden ralentizar el deterioro de los alimentos causado por el aire, los mohos, las bacterias y las levaduras. Además de mantener la calidad de los alimentos, ayudan a evitar la contaminación que puede provocar enfermedades de origen alimentario, algunas de ellas mortales como el botulismo.
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